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POLITICA

17 de septiembre de 2015

EL GOLPE DE ONGANIA FUE EL ULTIMO EN ANULAR UNA ELECCION

Hace 50 años que no se invalida el voto popular. En Catamarca se llego
a suspender un comicio en 2003.
La Justicia de Tucumán tomó una decisión inédita: por primera vez desde
la vuelta de la democracia se anuló una elección. Inclusive, para volver
a encontrar un antecedente similar hay que remontarse 50 años en el
tiempo, cuando tomó el poder el dictador Juan Carlos Onganía y canceló
los comicios de Mendoza.


El golpe de Onganía fue el último en anular una elección

Hace 50 años que no se invalida el voto popular. En Catamarca se llego
a suspender un comicio en 2003.
La Justicia de Tucumán tomó una decisión inédita: por primera vez desde
la vuelta de la democracia se anuló una elección. Inclusive, para volver
a encontrar un antecedente similar hay que remontarse 50 años en el
tiempo, cuando tomó el poder el dictador Juan Carlos Onganía y canceló
los comicios de Mendoza.


Desde 1983, nunca se había anulado una elección que se había realizado
y proclamado a un ganador. Los casos más cercanos se dieron en Catamarca
en 2003, cuando se suspendió el comicio mientras se estaba realizando
por los incidentes y la recordada quema de urnas de simpatizantes de
Luis Barrionuevo, y en 1991, cuando se intervino Corrientes porque el
Colegio Electoral no se puso de acuerdo para señalar al nuevo
gobernador.
Antes, hay que viajar a abril de 1966, cuando se llevaron a cabo
elecciones para gobernador en la provincia cuyana. En aquella
oportunidad, el Partido Demócrata de Mendoza se impuso a los dos
partidos peronistas, el Movimiento Popular Mendocino (vandorista) y el
partido Justicialista, afín al viejo líder por entonces exiliado. Sin
embargo, el 28 de junio el general Onganía derrocó a Artturo Illia e
intervino Mendoza, por lo que la fórmula Jofré-Galleti no pudo asumir.
Otro antecedente fue la elección a gobernador de la provincia de Buenos
Aires en 1962, sobre el final del gobierno del radical desarrollista
Arturo Frondizi. Allí, el peronista Andrés Framini se impuso pero el
presidente desconoció el resultado por presión militar. No duraría mucho
más: las Fuerzas Armadas lo eyectarían del poder y pondrían al
presidente provisional del Senado, José María Guido, en su lugar.
Framini no pudo asumir.
También se puede citar las elecciones de 1931, en medio del primer
golpe de Estado que vivió la Argentina. Con el general José Félix
Uriburu al mando, tras haber derrocado a Hipólito Yrigoyen. El militar
convocó a comicios en Buenos Aires y allí se impuso el radicalismo. El
resultado adverso para el gobierno antidemocrático y conservador provocó
que Uriburu anulara los resultados. Debilitado, se fue al año siguiente
y dejó su puesto a Agustín Justo, quien llegó al poder gracias al fraude
patriótico.

Los antecedentes post 1983

Aun quedan en la memoria de muchos argentinos la escandalosa elección
de Catamarca del año 2003. Luis Barrionuevo había sido inhabilitado para
presentarse como candidato por no cumplir con los requisitos mínimos de
residencia en la provincia. A las pocas horas de comenzado, y debido a
los graves incidentes que incluyeron quema de urnas, el gobernador Oscar
Castillo suspendió las elecciones. Recién en agosto de ese año se
pudieron llevar a cabo los comicios y Eduardo Brizuela del Moral se
impuso por sobre Liliana Barrionuevo, hermana del sindicalista
gastronómico.
En 1991, la provincia de Corrientes fue intervenida luego de que no se
pusiera de acuerdo el Colegio Electoral en cuanto a quién debía ser el
próximo gobernador. En aquel momento se elegía de manera indirecta al
mandatario provincial, y el Partido Autonomista Liberal se quedó con 13
de los 26 integrantes del Colegio, gracias a su 43% obtenido. El PJ fue
segundo con el 33% (9 electores) y la UCR tercera con el 18% (4
electores).

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