Si bien arrancó con una presión alta y demostrando sus ganas de quedarse con los tres puntos, la visita no tuvo la profundidad de otros partido, algo que casi le termina costando muy caro en su excursión por el Norte del país. Esa situación le favoreció al Ciruja, que estuvo bien cerquita de abrir el resultado a través de Lucas Cano y de Marcelo Estigarribia. ¿Qué sucedió? Gonzalo Marinelli se calzó el traje de figura y les ahogó el grito a los delanteros en dos mano a mano. Increíble.

 Pablo Magnín apareció para salvar a Tigre, que venció con lo justo a San Martín de Tucumán y se enfrentará a Barracas Central en la superfinal de la categoría.

El fútbol no entiende de merecimientos y Magnín mucho menos. Es que el Santo fue superior (tampoco le sobre demasiado) a su rival y contó con las mejores situaciones de peligro para romper con el marcador. Pero el Matador sacó provecho de la presencia de su goleador para inclinar la cancha a su favor y mantener el sueño intacto de retornó a la elite del fútbol argentino después de dos años.

En el complemento, cuando el reloj empezaba a apremiar ante el triunfo parcial de Quilmes contra Belgrano, Magnín se iluminó: apareció en el área, su lugar en el mundo, y le pegó de cachetada tras un centro preciso de Sebastián Prieto. Luego, Tigre aguantó la ventaja y la supo estirar en el epílogo del encuentro por medio de Ijiel Protti, uno de los mejores futbolistas del equipo en el torneo.