Con un hombre más, Tigre empezó a desgastar a San Lorenzo

Todas esas piezas crearon a partir de la tenencia paciente. No de la que aburre sino la que funciona como una especie de inteligencia artificial que va analizando la data de los movimientos rivales hasta que haya un sitio adecuado para romper. O por las bandas (impecables Garay y Prieto al avanzar pero también al retroceder por los laterales) o por el centro, Badaloni. Con esa lógica de juego, Tigre ganó terreno, ocupó mejor los espacios que San Lorenzo cuando tuvo oportunidad. Primero, a través de un golazo de Lucas Menossi. Y, ya en el segundo tiempo, vía Badaloni, quien aprovechó que un Altamirano ya vencido había descuidado el palo derecho.

San Lorenzo se mostró endeble al intentar modificar la cara con el ingreso de cinco habituales titulares en los primeros diez minutos del segundo tiempo. Pero Tigre, incluso un tanto más replegado, no perdió su identidad. Ni se dejó inquietar. Se anticipó bien a las gambetas de Barrios, no dejó que recibiera cómodo al desdoblarse picando a la espalda de los laterales, obligó a Bareiro a salir del área y Prediger se encargó de quitarle las pelotas a Maroni. Será punto de partida para Sara. Su equipo jugó como él pretende. Se movió con la entrega y el despliegue que aspira a darle regularidad en Victoria. Un rendimiento que le permitirá soñar con aspirar a jugar algún torneo internacional.