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TRAS LOS PASOS DEL TIGRE

9 de junio de 2014

TIGRE A LA JAULA

En el primer juicio por la interna fatal de la barra del Matador, le dieron seis años a un líder y el fiscal ahora va por políticos y la CD.

~~Tigre a la jaula


En el primer juicio por la interna fatal de la barra del Matador, le dieron seis años a un líder y el fiscal ahora va por políticos y la CD.
La de la barra del Matador fue una de las internas más sangrientas que se vivieron en los últimos tiempos y que terminó con un muerto y ocho heridos de bala en dos episodios. El más resonante fue la batalla del 24/2/13, en la previa a un partido con River en el Monumental, cuando la facción oficial tiroteó a la de Pacheco y dejó una víctima fatal. Por este hecho, están presos Marcelo Paulitti, el ex campeón mundial de box Pigu Garay, y el Gallego Abel Lavigna, y esperando el juicio en libertad Rubén Paz, alias el Negro Fiorucci, jefe de La 13, Gustavo Tripa Burkhardt y Diego Gareis.
Pero antes hubo otro suceso que dio origen a la ruptura de la barra. Fue el 19/8/12, cuando Lavigna hirió de tres tiros a Roberto Chávez, capo de la facción Pacheco, acusándolo de no haber participado con su gente en una pelea contra la Policía tras un partido también casualmente con River y que terminó con un patrullero incendiado. Ese caso llegó a juicio ahora y Lavigna fue condenado a seis años de prisión.
Pero además del fallo, en las audiencias del juicio el fiscal Alejandro Musso logró probar la relación de la barra de Tigre con el club y los políticos de la zona, tanto del Frente para la Victoria como del peronismo disidente agrupado hoy detrás del Frente Renovador. Se presentaron escuchas donde queda en claro que la barra maneja el estacionamiento del Puerto de Frutos de Tigre, algo que no podría suceder sin la venia del municipio. También varios miembros de la barra declararon como testigos y aseguraron ser empleados tercerizados de los municipios de Tigre y San Fernando. ¿Cómo? Los barras armaban cooperativas y ganaban contratos para limpiar las ramas caídas en la ciudad. En realidad, el fiscal cree que eran laburos para financiar a los violentos y cooptarlos para el trabajo sucio de la política. Además se descubrió con filmaciones que varios hacían pintadas políticas para el oficialismo de San Fernando. Y por escuchas se supo que parte de la pelea se debía a que Fiorucci venía perdiendo poder por su relación con el Frente para la Victoria, sobre el resto que había decidido pasarse al PJ disidente.
En el juicio también quedó en evidencia la relación barra-club. Se probó que los violentos tenían 350 carnets distintos a los de los socios, con una franja verde que les daba pase libre a lo que quisieran. Que manejaban el buffet del club, las canchas de fútbol cinco y los puestos de merchandising. Y entonces, se abrió otra causa por asociación ilícita. Así ya no van sólo por la barra, sino también por sus financistas. Que se haga justicia.
Gustavo Grabia - [email protected]

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